Hace varios años, cuando era alumna del CCH, leí un texto de la autora Roció Sánchez con titulo”La culpa es de Shakespeare”, es un texto que cuestiona nuestros actos al estar bajo el influjo del enamoramiento ya que este nos hace hacer cosas que en un estado normal no lo haríamos, y en especial esta autora hace un critica al no usar condón o preservativo al tener relaciones sexuales con la pareja que según “amamos”. Ahora quiero compartir con la comunidad estudiantil una sección de texto antes mencionado, esperando que hagamos conciencia de nuestros actos, en especial con lo que tiene que ver con nuestra sexualidad:
“Hay muy pocas investigaciones formales sobre el enamoramiento. En el ámbito de la sexología se reconoce como un trabajo básico el de Dorothy Tennov, Love and limerence, publicado en 1981. La investigadora enumera varias fases y sus características. Básicamente afirma que el enamoramiento se acompaña de una percepción irreal de la persona y de la situación. Empezamos por pensar que la persona está centrando su atención en nosotros, toda acción realizada por la otra persona se percibe como un acto instrumental destinado a captar nuestra atención, en las fases iniciales; y en fases tardías puede pasar exactamente al revés: que los temores de perder a la otra persona también nos hagan percibir la realidad de un modo equivocado. En este proceso suele haber una aceptación incondicional de la otra persona: cualquier característica que en otra condición sería molesta o intolerable se vuelve virtud, cualquier propuesta, aunque sea completamente irracional, resulta convincente. Ahí es donde reside el problema de los contagios. Bajo la influencia del enamoramiento vamos a acceder a comportamientos que en otras condiciones no realizaríamos. He insistido en que el enamoramiento debe incluirse en la lista de estupefacientes, pues una persona enamorada acepta participar en prácticas sexuales de alto riesgo con su 'enamorante', mientras que con una persona de confianza se puede negociar más fácilmente el uso del condón, sobre todo en la primera vez...
"No quiero decir que la gente no deba enamorarse, como tampoco quiero decir que no se deba intoxicar, pero creer que puede tomar decisiones trascendentes bajo el efecto de la mota o del alcohol es una franca estupidez. Lo mismo ocurre con el enamoramiento; una cosa es acceder al enorme placer que puede dar el enamorarse de alguien, y otra cosa es, en ese estado, tomar decisiones para toda la vida. Casarnos, vivir juntos, tener relaciones sin condón, son decisiones de un riesgo enorme, por lo que habría que tomarlas en frío.…………………………………………
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